martes, 10 de enero de 2012

Luz, falta de luz, necesidad de luz

No importa la hora, si tardo o si se retraso, en algun punto del dia el sol que te aturde se va a ir por la ladera de las montanhas, por el borde de la tierra y por el mar.
Mientras miras por la ventana como el cielo limpido cambia sus colores y los edificios de alfrente pierden la luminosidad, entras en un estado de panico depresivo que te persiguio por siempre y hasta ahora no sabes como apaciguar. Te estas quedando sola y el dia ya se te acabo.
El silencio es rigido como una piedra, el sol se muere de suenho.
Yo me siento igual, te llego a comprender, el atardecer tambien es mi muerte y resurreccion. No puede haber sucedo mas triste que haber perdido un dia mas de vida, nada mas desesperante que darte cuenta de que en pocos minutos tu lado del mundo se va a quedar abandonado de la fuerza que nos permitio estar aqui.
Los edificios de alfrente ya se quedaron a oscuras, mi cuarto tambien, pero no quiero encender la luz, no quiero banharme de artificialidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario